Barman
Una de mis facetas ocultas, a la que no había dado rienda suelta, es la de camarero, que gracias a la gala de Navidad, del club de fútbol de Zaratán, dejé aflorar este sábado noche.
La verdad es que el ritmo de la barra, fue tranquilito y pude tomarme mi tiempo para practicar, al principio tardaba en abrir la chapa de los refrescos, pero al final del turno, ya los abría a la primera, y las cañas no las tiraba mal, al menos, mejor que muchos camareros que conozco, incluso acabé cogiendo el truquillo a las copas. Que dicho sea de paso, a una botella de cualquier licor se le saca mucho rendimiento y eso que nosotros cobrábamos las copas a 3€.
Tintin
Uno de los locales que he visitado este fin de semana, es el mítico Tintin, ya hacía tiempo que no me pasaba por esta psudodiscoteca, pero como viene siendo habitual en este recinto, se reúne la flor y nata de la pijería Vallisoletana, Luciendo sus camisetas, Polo Ralph Lauren, Lacoste, Tommy Hilfiger y ellas con sus modelitos, a veces imposibles. Pero aparte de la manera de vestir, que me da un poco igual, pude comprobar que la evolución musical, no se ha producido en este local, siguen poniendo la música de hace años, mezclada con lo mas espantoso del momento, en fin como podéis deducir, este local no es santo de mi devoción, y desde luego no lo recomiendo, salvo que quieras encontrarte un ambiente con cierto tonillo rancio, o quieras experimentar sobre la fauna de la noche, en plan el hombre y la tierra.
Teatro
Aparte de los bares, también tengo tiempo para el teatro y este domingo en el teatro de Zaratán, estuve viendo Siete Gritos en el Mar, de Alejandro Casona, a cargo del grupo de teatro, Arcón de Olid, que con su interpretación, consiguieron entretenernos y emocionarnos, ya que la puesta en escena, la iluminación, los medios técnicos y la interpretación fueron de muy buena calidad.
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