lunes, 19 de mayo de 2008

DUBLIN

DUBLIN
Fotos: Ivan y Belo



Todos los compañeros del curso de inglés, elegimos este año la capital Irlandesa, para poner en práctica nuestros conocimientos, entre los del curso y amigos nos juntamos una treintena para el viaje.

Alquilamos un autocar, para ir de Valladolid a Barajas y desde allí volamos a Dublín.

La ilusión por conocer Irlanda, nos hizo olvidar un pequeño incidente, ya que nada mas llegar a Dublín el autobús urbano que nos tenía que llevar al centro de la ciudad se averió y tuvimos que cambiarnos a otro, pero finalmente estábamos en O'Connell Street, la calle más amplia y concurrida del centro de Dublín, donde nos sorprendió encontrar, un enorme cono de acero inoxidable, el obelisco del llamado Monumento a la Luz, de 150 metros de altura, cuya punta se ilumina por la noche, creado para conmemorar la llegada del nuevo milenio.

Nos hospedamos en la zona más bulliciosa de la ciudad, Temple Bar, así que la primera noche ya comenzamos a visitar todos los locales que teníamos en el entorno, Las Tabernas irlandesas son muy espaciosas, tienen numerosas estancias, donde se puede degustar la famosa cerveza Guinness, se puede comer en ellas y también organizan pequeños conciertos.

Nos resultó curioso observar, que solo se puede fumar en unos pequeños espacios habilitados, que están al aire libre, tipo patio interior y si no disponen de patio, directamente en la calle, en espacios delimitados con mamparas y jardineras, semicubiertos con algún toldo.

Los pubs de Dublín nos han sorprendido por su decoración, ya que además de las típicas tabernas como: Auld Dublinés Pub, Ross & Walpole Pub y The Oliver St. Jhoh Gogarty. También hay unos locales decorados con mucha elegancia y buen gusto, yo destacaría el Dragón, con una decoración cool y The Bank, un banco reconvertido en bar, con una elegante decoración Victoriana, que no deja indiferente al visitante.

Hemos tenido mucha suerte con el tiempo, ya que solo llovió un par de horas, una mañana, así que hemos podido disfrutar de Dublín con un sol espléndido.

Visitamos Breakfast market, pequeño mercado de alimentación donde destacan los famosos huevos de un suave color verde.

Recorrimos los comercios de Grafton Street, hasta el parque St. Stephen´s Green y nos hicimos una foto con la emblemática Molly Malone, famosa mujer irlandesa que vendía mejillones y berberechos y que murió de fiebres en la calle, se dice que su fantasma aun está por las calles.

El río Liffey, divide Dublín en dos partes, una la mas antigua, monumental y bulliciosa y la otra mas nueva y de grandes comercios.

Las dos están unidas por numerosos puentes, destacan el de O’Connell, por ser mas ancho que largo, Half penny (Ha´penny) que tiene la forma de medio penique, que es lo que había que pagar por cruzarlo, y de los nuevos, el de James Joyce del arquitecto español Calatrava.

Visitamos los edificios de Dublín, que más que por su arquitectura, destacan por lo emblemáticos y populares. La ciudad posee un gran número de edificios históricos, como las catedrales de San Patricio, y Christ Church Cathedral., Trinity Collegue, que es la Universidad, con su principal atracción, The Book of Kells, un manuscrito que data del año 800, y se expone en la Old Library.


Otra zona con mucho encanto es el castillo de Dublín, enclavado en el corazón de la ciudad vieja, en los actuales jardines, donde existía un estanque negro que dió nombre a la ciudad. Del castillo original del año 1204, solo se conserva una torre.

Hicimos una ruta en bus por toda la ciudad, unos visitaron la fabrica de cerveza Guinness y otros la destilería de whisky Old Jameson. También nos pasearon por Phoenix park, un enorme parque, donde se encuentra el Zoo y la casa del presidente.

Otro de los días, lo dedicamos a viajar por la zona rural, al sur del país, alquilamos un autocar y paramos a tomar un café en un típico pueblecito irlandes Enniskerry, en el condado de Wicklow, de camino paramos para admirar, la cascada de Powerscourt, y más tarde hicimos un alto en el camino para visitar el Bar mas alto de Irlanda en las montañas de Wicklow, el Johnnie Fox Pub, que es visita obligada para todos los turistas. Lleno de recuerdos, fotografías y un sin fin de objetos antiguos. Es una toda una experiencia, tomarse una pinta en este bar.

Tras la cerveza llegamos a Glendalough, en el mismo condado de de Wicklow, donde el río Glenealo se une al río Glendasan, bajo los lagos Superior e Inferior, un maravilloso valle donde se encuentra el monasterio de Glendalough (Valle de los dos lagos). También visitamos Bray, en el mismo condado, pero ya en la costa, donde paseamos por su turística playa.

Por la tarde ya en la ciudad, completamos la jornada, cenando en la taberna más vieja de Irlanda, Brazen Head que al parecer ya funcionaba en 1198, imagino que con los vikingos, comimos un estofado típico y tomamos un par de pintas mientras escuchábamos un concierto de un grupo tradicional.

Con las últimas compras despedimos Dublín, una ciudad agradable y amable para vivir, donde quizá no te sorprenda su arquitectura, pero si sus amables gentes, y sus bulliciosas calles llenas de vida.

1 comentario:

Anónimo dijo...

He esperado unos días, por ver si alguién comentaba algo, porque parezco "la Rotenmeller" sacando faltas. Pero en vistas que... voy a proceder: viaje muy bonito, pero decir la verdad, las fotos os delatan, ibáis a poneros hasta las trancas, ejem foto25 Mario gárgola oficial de Dublin. foto26 Mario bailando el Pio-Pio. foto22 pobre Molly Malone, pensó que al morir descansaría y la siguen tocando los mejillones.
El Monumento a la Luz es para que los visitantes tengan un punto de referencia tras tantas Guinness, !!Chato!! ¿A quién pretendes engañar?
sino mira la cara de Patricia cuando tiene una cerca.
espero no haber ofendido al fotógrafo pues hizo lo que pudo. BESOTES