De Babia (León) Fotos: Ivan Diez. |
“Estar en Babia” Se dice, que durante la Edad Media, el rey se retiraba a estos parajes, cuando quería descansar, o ir de caza, desconectando así de la vida de la corte, y retirarse de la vida palaciega, para no enterarse de nada, de ahí la expresión.
Comenzamos la travesía en Robledo de Babia, con un día fresco y un cielo muy cubierto por las nubes.
En el Valle de San Emiliano en la comarca de Babia, ascendimos tomando una pista por la que a medida que ganábamos altura, obteníamos una impresionante vista. Aunque las primeras gotas de una fina lluvia que nos acompañaron durante todo el recorrido, restaron visión del paisaje.
Llegamos a un collado, el punto más alto de la ruta, donde encontramos la nieve acumulada de días atrás y un recio viento frío. Tras reagruparnos comenzamos continuos descensos y subidas, a través de rocas, riachuelos y prados nevados, que nos conducían hacía la Laguna de Las Verdes. Esta laguna debe su nombre a la vegetación que la cubre en los meses más cálidos. Su origen es glaciar y no tiene mucha profundidad debido a las piedras que caen por la falda del pico que está a su lado, que es el pico Montihuero (2.187 m.)
La laguna más que verde, se nos mostraba oscura, entre las gigantescas moles de piedra que la rodeaban cubiertas de nubes, pero a pesar de la poca luz que nos ofrecía el día, nos vimos recompensados por los tonos azulados, que aparecían entre los huecos de la nieve y el paisaje se mostraba espectacular aun con el cielo cubierto.
Dejamos la laguna, y tras un suave ascenso por una ladera embarrada, descendemos a la Majada de Las Verdes, reducto pastoril, y desde allí por un camino pedregoso, nos dirigimos hacia Torre de Babia, donde ponemos fin a la travesía, con un merecido bocadillo en el bar del pueblo.